Glosario
Términos complejos explicados de forma Simple, a lo Lowi.
Preguntarse qué es un firewall es fundamental para comprender la ciberseguridad. Este elemento de protección actúa como un guardián invisible entre nuestra red privada e Internet, filtrando constantemente el tráfico malicioso.
Los cortafuegos o firewalls representan nuestra primera línea de defensa contra virus, malware y accesos no autorizados.
Un firewall, o cortafuegos en español, es un sistema de seguridad que se implementa en los ordenadores para monitorizar el tráfico que entra y sale de ellos. Permite establecer barreras entre redes seguras y otras externas de dudosa fiabilidad en Internet.
La respuesta a qué es un firewall se remonta a más de cuatro décadas atrás. El concepto de firewall fue desarrollado a finales de los años 80 por Digital Equipment Corporation (DEC).
El primer firewall comercial fue creado en 1993 por Gil Shwed, Marius Nacht y Shlomo Kramer, fundadores de Check Point Software Technologies.
Entendiendo qué es un firewall, queda claro que su función principal es servir como barrera de seguridad ante un posible ciberataque o ataques de malware de cualquier tipo.
Se utiliza para bloquear accesos no autorizados a un ordenador determinado y, al mismo tiempo, permitir conexiones con servicios autorizados y fiables.
Un firewall filtra las comunicaciones para detectar las que no cumplen los criterios de seguridad y bloquearlas.
Un firewall o cortafuegos actúa como un portero digital entre nuestra red interna y el mundo exterior. Su funcionamiento se basa en un conjunto de pautas claramente definidas:
Esta capacidad de discriminación nos protege frente a la gran mayoría de amenazas digitales actuales.
Los firewalls son esenciales para proteger redes y dispositivos. Su importancia radica en:
Contar con firewalls adecuados es obligatorio para empresas y evitar sanciones por parte de las administraciones.
Los cortafuegos pueden clasificarse según su funcionalidad, estructura y método de operación. Estos son los más comunes:
Los firewalls de hardware suelen estar integrados en el router, protegiendo automáticamente todos los dispositivos conectados a la red.
Los firewalls de software se instalan como programas en el ordenador, protegiendo únicamente el dispositivo donde están instalados. Es una opción económica y sencilla, pero no ofrece protección a otros dispositivos.
Un servidor proxy actúa como intermediario entre Internet y tu dispositivo, gestionando las solicitudes y filtrando el tráfico. Oculta tu dirección IP, aportando seguridad y privacidad adicional, aunque puede interpretar erróneamente paquetes legítimos y ralentizar la conexión.
Los firewalls de estado (o filtrado dinámico de paquetes) analizan el contexto y estado de cada paquete, inspeccionando su contenido completo y usando reglas dinámicas. Reconocen paquetes de conexiones conocidas, ofreciendo una seguridad más robusta.
Los firewalls de próxima generación (NGFW) incorporan funciones avanzadas como filtrado de aplicaciones, inspección profunda de paquetes y detección de tráfico VPN.
Un WAF protege aplicaciones web filtrando el tráfico HTTP entrante y saliente para evitar inyecciones de código y cross-site scripting.
Los firewalls UTM ofrecen una protección unificada, combinando firewall, antivirus, antispam y antiphishing en un único dispositivo o software.
Un firewall virtual se implementa en entornos virtualizados, controlando el tráfico entre máquinas virtuales dentro de la misma infraestructura física.
Este tipo de cortafuegos analiza cada paquete de datos que entra o sale de la red evaluando parámetros como IP de origen y destino, puerto y protocolo. Si cumple las reglas predefinidas, se autoriza; de lo contrario, se bloquea. Es una solución eficiente, pero sin capacidades de inspección profunda ni seguimiento de estado.
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