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Términos complejos explicados de forma Simple, a lo Lowi.
La tecnología avanza a un ritmo tan rápido que a veces nos deja boquiabiertos, y una de esas innovaciones que parece salida de ciencia ficción es LiFi (Light Fidelity).
Aunque todavía vivimos en un mundo dominado por el WiFi, este no deja de tener sus limitaciones. Es aquí donde entra en escena LiFi, una tecnología emergente que podría cambiar la forma en la que transmitimos datos.
Pero, ¿en qué consiste y qué es LiFi? ¿Realmente tiene el potencial de revolucionar nuestra forma de conectarnos a Internet? Y lo más importante, ¿cómo impactará en las conexiones de banda ancha en nuestros hogares?
Afortunadamente, entender qué es LiFi no es complicado.
LiFi, o Light Fidelity por su nombre en inglés, es una tecnología inalámbrica que utiliza la luz emitida por dispositivos como lámparas, farolas o incluso televisores LED para transmitir datos y proporcionar acceso a internet.
A diferencia del WiFi, que emplea ondas de radio, LiFi utiliza la luz visible como medio de transmisión y no requiere un router convencional. Basta con apuntar un dispositivo, como un móvil o tablet, hacia una fuente de luz para recibir la conexión.
LiFi ofrece una conectividad de alta velocidad, más estable y prácticamente libre de interferencias. Además, presenta ventajas en términos de seguridad y se considera una opción más saludable en comparación con otras tecnologías inalámbricas.
LiFi tiene una amplia gama de aplicaciones, desde ofrecer acceso a internet hasta facilitar la comunicación entre dispositivos como teléfonos y televisores, y se posiciona como una tecnología capaz de superar algunas de las limitaciones del WiFi y el 5G.
Para entender qué es el LiFi y cómo funciona, es útil referirse a una antigua tecnología de comunicación: el código Morse. Al igual que este sistema, que utiliza pulsos cortos y largos para transmitir mensajes, el LiFi funciona enviando datos mediante pulsos de luz.
Las bombillas LED equipadas con esta tecnología varían su intensidad luminosa miles de veces por segundo, de manera imperceptible para el ojo humano. Estos cambios se convierten en un código binario que los dispositivos conectados interpretan como datos.
El sistema se basa en un transmisor, que emite los pulsos de luz, y un receptor en el dispositivo, que decodifica la información.
Al utilizar la luz visible para la comunicación (VLC por sus siglas en inglés), LiFi ofrece una conexión inalámbrica de alta velocidad sin las limitaciones del WiFi tradicional. De hecho, puede alcanzar velocidades de transmisión de hasta 224 Gbps.
El consumo de datos inalámbricos aumenta a un ritmo acelerado. Esto podría provocar un fenómeno llamado "spectrum crunch", donde el espectro de frecuencias disponible ya no sería suficiente para soportar la creciente cantidad de dispositivos que necesitan conexión.
Este problema afecta negativamente la velocidad de internet, especialmente en áreas con alta densidad de población. Tecnologías como el WiFi podrían experimentar interferencias, congestión y degradación de señal en estos entornos con muchos usuarios.
LiFi es una solución a este problema, ya que, al utilizar luz en lugar de ondas de radio, permite una mayor capacidad de ancho de banda. Esto elimina problemas como la interferencia y la congestión, ofreciendo conexiones más rápidas y estables.
Actualmente, LiFi se utiliza principalmente en el ámbito industrial, pero su futuro apunta hacia los hogares inteligentes. También se espera que las ciudades inteligentes utilicen LiFi para optimizar infraestructuras, como farolas que proporcionen datos.
Existe más de una diferencia entre WiFi y LiFi que resulta contundente. Mientras que el WiFi es omnipresente y esencial en nuestra vida diaria, LiFi es una tecnología emergente que está comenzando a ganar relevancia.
Sin embargo, las diferencias van más allá. Como hemos visto, tanto WiFi como LiFi abordan la transmisión de datos de manera inalámbrica, pero lo hacen de formas muy distintas, lo que genera contrastes importantes en los siguientes aspectos:
Esta tecnología ofrece una serie de ventajas que lo posicionan como un candidato con el potencial de superar al WiFi. Entre las principales ventajas de LiFi destacan:
Estas ventajas colocan al LiFi como una opción interesante para áreas donde la seguridad, la velocidad y la sostenibilidad son prioritarias.
Aunque LiFi tiene el potencial de reemplazar al WiFi en el futuro, su verdadero valor en el corto plazo radica en complementarlo. Si bien ofrece ventajas impresionantes, como mayor velocidad y seguridad, aún no está listo para sustituir por completo al WiFi.
Actualmente, LiFi sigue en desarrollo con diversos productos en fase de pruebas, y aunque la adopción de esta tecnología está en crecimiento, su implementación masiva depende de superar ciertos obstáculos técnicos y económicos.
A medida que la demanda de conectividad rápida aumenta, LiFi se presenta como una solución prometedora para complementar al WiFi en áreas donde este es menos eficiente, lo que perfila un futuro en el que ambas tecnologías trabajen de manera conjunta.
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