Muchos usuarios de Apple se quejan de que su Mac va muy lento y se bloquea con frecuencia.
Esto puede deberse a diversos motivos, como un exceso de programas abiertos, falta de memoria o espacio en el disco duro, o problemas con el sistema operativo.
Sea cual sea la causa, un Mac lento puede resultar muy frustrante. Las tareas simples como abrir aplicaciones, navegar por internet o editar documentos se vuelven tediosas. En casos extremos, la lentitud hace que el equipo sea casi inutilizable.
Afortunadamente, en la mayoría de los casos es posible solucionar este problema con algunos ajustes y cambios en la configuración. A continuación, veremos 5 trucos que te van a ayudar:
Falta de memoria RAM
La memoria RAM es un componente clave que influye mucho en la velocidad de un ordenador. Si la memoria disponible no es suficiente para las tareas que estamos realizando, el rendimiento se ve gravemente afectado.
Los síntomas típicos de falta de RAM son:
- Lentitud al abrir programas.
- Tiempos de carga muy largos.
- Ventanas que se cuelgan o no responden.
- Necesidad constante de reiniciar el sistema.
Para comprobar la memoria disponible en tu MacBook: haz clic en la manzana de la barra superior > Acerca de este Mac > Visión general
Podrás ver cuánta RAM tienes instalada y cuánta está disponible.
Si tienes 4GB o menos, es muy probable que necesites ampliar la memoria RAM de tu equipo. Te recomendamos instalar al menos 8GB para notar una mejora significativa. En MacBooks no suele ser posible ampliar la RAM soldada, pero en iMacs y otros modelos sí se puede actualizar fácilmente.
Falta de espacio en el disco duro
Otra causa habitual de lentitud es que el disco duro se haya llenado casi por completo. Tener poco espacio libre en el disco provoca una importante pérdida de rendimiento.
Puedes comprobar el espacio de almacenamiento en tu MacBook así: haz clic en la manzana de la barra superior > Acerca de este Mac > Visión general > Almacenamiento
Lo ideal es tener al menos 20-25% de espacio libre para que el sistema funcione con fluidez. Si tienes 5GB o menos, es imprescindible liberar espacio lo antes posible.
Algunas formas de ganar espacio son:
- Desinstalar aplicaciones que no uses.
- Eliminar archivos y documentos innecesarios.
- Vaciar la papelera de reciclaje.
- Desactivar o eliminar idiomas innecesarios.
También puedes ampliar el almacenamiento añadiendo un disco duro externo o interno adicional. Otra opción es pasar documentos y archivos poco usados a un servicio de almacenamiento en la nube.
El sistema operativo está desactualizado
Mantener el sistema operativo actualizado es fundamental para el buen rendimiento de un Mac. Las nuevas versiones incluyen parches de seguridad y mejoras de estabilidad que son cruciales.
Comprueba si tienes actualizaciones pendientes: ve a Preferencias del Sistema > Actualización de Software. Si aparece un número junto a «Actualizaciones», significa que tienes actualizaciones por instalar.
Te recomendamos encarecidamente que instales todas las actualizaciones disponibles. Esto podría resolver problemas de lentitud y bugs que estén afectando a tu sistema.
Además, cuando Apple lanza una nueva versión principal de macOS, es muy recomendable actualizar para disfrutar de todas las mejoras. Por ejemplo, el paso de High Sierra a Mojave supuso un aumento notable en el rendimiento.
Así que mantén siempre tu Mac 100% actualizado para evitar lentitud y otros problemas.
Demasiados programas abiertos
Tener decenas de aplicaciones y ventanas abiertas al mismo tiempo también puede sobrecargar tu Mac y hacerlo más lento. El procesador y la RAM tienen que repartir sus recursos entre todas las apps, lo cual afecta al rendimiento.
Para aliviar este problema, cierra las aplicaciones que no estés utilizando activamente. También reinicia el equipo con regularidad para «limpiar» la memoria y que funcione más ágilmente.
Otra opción es utilizar un gestor de ventanas como Magnet, un software de pago para organizar mejor los programas abiertos y cambiar rápidamente entre ellos. Así es más fácil centrarse solo en la tarea que estamos realizando.
Soluciones adicionales
Algunas otras recomendaciones para acelerar un Mac lento son:
- Desactivar los efectos visuales como transparencias, animaciones, etc.
- Resetear el SMC y PRAM para restaurar la configuración original.
- Usar un limpiador como CleanMyMac X para eliminar archivos residuales.
- Reinstalar macOS desde cero para limpiar por completo el sistema.
Y por supuesto, asegúrate de no tener programas o malware que consuman recursos en segundo plano.
Con estos consejos es posible devolver la velocidad y fluidez original a cualquier Mac lento.
Si el problema persiste, tal vez sea momento de ampliar la memoria RAM, añadir un SSD o incluso cambiar de ordenador. Pero en la mayoría de casos, se puede mejorar mucho el rendimiento con simples ajustes.
Si quieres conocer otras soluciones para mejorar la velocidad de tu PC, estás a un solo clic.
